Si quieres mejorar cómo suena tu local o home studio te interesan básicamente dos cosas: la reverberancia y los modos propios o modos resonantes de la sala.
La reverberancia se puede tratar fácilmente paneles acústicos, que se fabrican con materiales absorbentes como lana de roca o espuma, y cuando más gruesos sean, más ecientes serán para frecuencias medias y graves. Normalmente, unos cuantos paneles caseros de 10 o 15 cm son sucientes
Los modos propios, que son las resonancias de la sala que provocan retumbos y facilitan acoples en determinadas frecuencias, que en general se encuentran en la parte baja del espectro, son otro problema. Muchas veces, se pueden tratar sin mucha dicultad con “trampas de graves”, que son grandes absorbentes de amplio espectro que se colocan en las esquinas y los vértices. Pero hay algunos casos en que la cosa no es tan fácil:
- En salas muy grandes, los modos propios son frecuencias tan bajas que exigen trampas gigantes que son poco prácticas.
- En salas muy pequeñas, los modos resonantes corresponden a frecuencias tan altas que si se atenúan con las trampas absorbentes normales, que son de amplio espectro de frecuencias, pueden dejarte con un sonido más desequilibrado aún.
En estos casos son necesarias unas cosas que se llaman “paneles resonantes” que se construyen para cada frecuencia que se quiere atenuar y son más caros, aunque pueden ser más o menos baratos si te las haces tú. Y en todos los casos es importante realizar mediciones y cálculos, que parecen un marronazo, pero al nal te van a ahorrar tiempo y dinero, y te van a dar una seguridad en lo que estás haciendo que vas a agradecer.
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