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Los decibeles: parte II

Hace unos días hablamos de los decibeles y surgieron muchas preguntas y dudas porque, claro, ¡es un tema complicado! Así que vamos a ir desde el comienzo

¿por qué usamos decibeles en audio?

Al decibel se lo inventaron los años 20 en la Bell Telephone Company, que buscaba medir pérdidas en sus líneas telefónicas. Así que definieron el “bel” (por el fundador de la compañía Alexander Graham Bell), y luego el decibel, ya como 10 por el logaritmo decimal de la potencia de salida sobre la potencia de entrada a la línea. En esta definición, cuando el argumento (que es el cociente entre esas dos potencias) se duplica, la escala sube en 3 dB.

La cosa cundió y con el tiempo esta fórmula se empezó a usar también para medir potencias individuales de distintos tipos de señales y sistemas, para lo cual se definieron un montón de escalas diferentes, pero cada usando una con una potencia fija como referencia para poder usar la misma fórmula.

Ahora bien, resulta que la potencia de una señal también se puede expresar proporcionalmente al cuadrado de su amplitud. Y como el logaritmo tiene una propiedad muy elegante que dice que yo puedo agarrar este 2 y ponerlo acá, aparece la otra definición del decibel que es más común en audio: 20 por el logaritmo decimal de la amplitud de la señal (que es la tensión o la corriente en audio, y en acústica normalmente la presión). En esta fórmula, que tiene un 20 en lugar de un 10, si duplico el argumento (la amplitud), no aumento 3dB, aumento 6dB.

Entonces, bien, cuando estoy sumando dos señales cualesquiera de la misma potencia, la escala sube en 3dB. Este es el caso, por ejemplo, de cuando pones en una mezcla dos tomas diferentes del mismo arreglo de guitarra sonando a la vez. Son similares pero no son idénticas.

Pero cuando estoy sumando dos señales coherentes (es decir que son idénticas punto a punto), lo cual sería lo mismo que duplicar la amplitud cualquiera de las señales, la potencia sube en 6 dB. Ese es el caso de cuando duplicas un canal en una mezcla, porque estás sumando una señal idéntica. 

Por eso nuestro ejemplo anterior de los dos mosquitos y los dos cohetes era correcto, porque se trata de fuentes similares, pero no idénticas

Hay montones de escalas basadas en el decibel que miden distintas cosas, incluso dentro de un mismo sistema de audio. Pero escuchá esto que te va a encantar: gracias a la magia del logaritmo, si se cumplen ciertas condiciones, cuando una señal cambia X dB medidos en una escala, en muchas otras escalas y en otras partes del sistema, esa señal también cambia X dB. Y ESA es quizá (en mi opinión) la mejor razón para usar decibeles: porque un mismo número nos permite sumar y restar variaciones que se producen en diferentes etapas del sistema en diferentes variables. 

Esto, que hacemos diariamente sin pensarlo, te aseguro, sería imposible si usaras mediciones lineales absolutas.

Así que aunque forzando la definición podemos usar el decibel para medir cantidades absolutas, su magia aparece cuando lo usamos para medir variaciones. Y por eso la ISO dice que el decibel no es una unidad física, sino una unidad relativa, que es otra forma de decir que es una transformación matemática de otras mediciones.

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